Aqua/Aria: pertenece a esas series que gustan pero cuesta decir bien porqué. Es un slice of life con todas las letras, lo que significa que no hay una trama que seguir en particular sino el día a día de los personajes. Situado en NeoVenezia, que como su nombre lo indica es un lugar que imita lo que solía ser la Venecia de la Tierra (sí, porque la historia transcurre en Marte), nos encontramos con una serie muy agradable y recomendable. (5/5)
Archlord: debo decir que me sorprendió gratamente. Gráficamente, las tapas no le hacen justicia. Está mucho mejor dibujado de lo que esperaba. Argumentalmente me sucedió lo mismo. Inevitablemente no puede escapar de ciertos estereotipos de las series de corte fantástico y más al basarse en un videojuego, pero tiene un final que, al distar de ser el “happily ever after”, me pareció piola. Recomendable para los que les gusta el género. (4/5)
Brain Powerd: serie que chorrea en lo noventoso. Peleas entre robots con vida y consciencia propia, en donde se pone en juego la existencia terrenal. Si no hubiese tanto del género dando vueltas destacaría más como obra, pero la verdad que termina siendo una más del montón de las series post Evangelion. (3/5)
Café Occult: esta serie varios me habían dicho que era una cagada. No me pareció tan mala. Tampoco buena. Argumentativamente si lo hubiesen desarrollado mejor podría haber sido una buena historia, pero no lo lograron. Los dibujos son bastante chotitos. El final, inconcluso. Es un cierre de arco, no de serie. Este manga puede quedar en el olvido tranquilamente. (2/5)
Captive Hearts (Toraware no Minoue): la autora ha resaltado varias veces que esta historia originalmente iba a ser un one-shot. Y creo que se notó. En 5 tomos la serie realmente no avanza, se queda estancada en la premisa original y recién en los últimos capítulos del final intentan terminar con la maldición que aqueja al personaje principal (lográndolo de forma acelerada y sencilla, lo que hace pensar cómo puede ser que la familia haya llevado esa maldición por generaciones). Por eso cuando terminaba de leer un capítulo no me generaba la “adicción” de saber qué pasaba en el siguiente, porque realmente no caminaba la cosa. Sin embargo cuando lo leía me divertía mucho. Reconozco que algunos chistes eran muy reiterativos, pero al menos a mí me sacaban una carcajada siempre. Es un comic que no tiene más pretensiones que hacerte pasar un buen rato, y en ese sentido lo logra muy bien. No le pidan mucho más. (4/5)
Desert Coral: el escenario de este manga posee componentes mágicos propios de las series/juegos de fantasía heroica, con sus distintas razas, poderes y mitos, pero a su vez incorpora un componente psicológico, dado que juega mucho con la división entre lo real e imaginario y con el proceso de creación cognitivo. No sé si soy tan partidaria de mezclar estos componentes, pero no quedó un mal resultado. Es una serie disfrutable, pero si te gusta el género fantástico y/o psicológico. Si no puede ser un poco denso. (3/5)
Gemelas Milagrosas (Mirakuru Garusu): una serie nuevamente infantil. Sin embargo cabe destacar que los personajes se comportan de la edad que tienen y el tedio que se me genera a mí en la lectura es porque yo ya tengo otra edad. Pero considero que debería haber más mangas de este estilo que lean las chicas (y chicos) más jóvenes y no tanto shoujo mierda que anda dando vueltas. Como es bastante sano e infantil tiene algunas cuestiones medio absurdas, pero que van dentro del target al que apuntan (no podemos pedirle a Barney que no hable porque es un dinosaurio y los dinosaurios no hablan, no sé si me explico). (3/5)
Hechiceras (Majo): historias cortas donde están involucradas “brujas” (literalmente ese es el nombre de la serie, aunque en defensa de la traducción castellana, “Hechiceras” evoca una imagen más correcta de las protagonistas de las historias que su sinónimo – así que nada de imaginarse mujeres con sombrero puntiagudo y escobas). El nivel de las historias oscila, algunas son increíbles y otras son normalitas. Pero en su conjunto es un buen manga. (4/5)
Hellsing: empecé la serie muy escéptica. Me parecía una ridiculez como combinaba ciertos componentes (nota: había visto el anime) y a eso se le sumaba que, por lo que había llegado a ver, el manga estaba re mal dibujado (igual con el pasar de los tomos mejora bastante). Aún así no pude evitar caer en los encantos (?) de Kouta Hirano. El chabón deja muy en claro lo que pretende de su serie: dibuja y escribe lo que se le canta el reverendo orto. Ese tono absurdo se mantiene en toda la obra volviéndose su impronta; lo ridículo y sarcástico cobra vida constantemente y tiene partes humorísticas que en el anime se perdieron totalmente. Realmente el manga opaca con creces a la serie animada (los OVAS no sé, porque no los ví). Lo recomiendo. (4/5)
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